sábado, 2 de julio de 2011

Marcos Aguinis: "la UCR es un partido popular, no populista"



Marcos Aguinis, fundador del Grupo Aurora, fue el principal orador del acto por los 120 años de la UCR realizado en el Congreso Nacional. A continuación, una síntesis de su ponencia:

Es un acontecimiento institucional la celebración de los 120 años de vida de la UCR. Esta cifra la instala entre los partidos políticos más arraigados del mundo.

Pero además, se trata de un partido popular y nunca populista. La diferencia debe ser marcada en estos tiempos que cobijan a la garrapata populista, que se nutre de la generosidad que brinda el sistema democrático.

En efecto, la UCR se esmeró en mantener los valores que le dieron origen: fue siempre defensora de la Constitución y de las instituciones republicanas. Sus líderes lucieron honestidad y probidad; jamás en sus presidencias hubo escándalos de corrupción. Tuvo aguda sensibilidad social, pero evitó la demagogia y sus monstruosas consecuencias. Miró hacia el futuro para construir políticas de Estado.

En cambio, el populismo es cortoplacista. Su gestión apunta a las complacencias inmediatas, sin importarle el futuro. Miente sin pudor para mantener fascinada, ignorante y confundida a
la sociedad. No deja de cometer los delitos de corrupción y soborno. Intenta practicar la idolatría de sus líderes. Degrada las instituciones. Le importa el poder a cualquier precio.

La UCR, a lo largo de un accidentado recorrido, pudo mantenerse limpia de esas pústulas. Cometió y comete errores. En ese sentido, la acuso de no haber ejercitado con suficiente coraje
la autocrítica. Se debe aprender de la experiencia. Reconozco que ha practicado varios ajustes que llevaron a superar mezquindades de facción. Pero no son suficientes.

Viniendo a nuestros días, otra vez la UCR parece ser llamada a encabezar el restablecimiento de los valores republicanos y encaminar el país hacia
la modernidad. Para lograrlo, debe acentuar todos los aspectos que interesan a los argentinos. Uno de los que no se tienen suficientemente en cuenta es el de la cultura. Como dijo Antonio Gramsci, quien gana la batalla cultural, gana la batalla política. Esto lo entendió perfectamente Raúl Alfonsín.
En su batalla electoral, el apasionado respaldo que recibió de artistas, intelectuales y científicos, le ayudó de forma significativa a imponerse. Ahora la mayoría de ese segmento lúcido también repudia el populismo y el autoritarismo, y desea reimponer la saludable fuerza de las instituciones. Son los dirigentes de la UCR actual la que está en falta y debe poner más agilidad a sus cascos para ganar la carrera que puede imprimir un cambio copernicano a nuestro agobiado país.

Otra diferencia notable entre la UCR -que
es un partido popular, como dije- con el populismo, es que éste siempre busca dividir para reinar. Se apura en descubrir o inventar “enemigos”. Con esta técnica desvía la atención de sus saqueos y de su ineficiencia.
En cambio los líderes de la UCR buscaron y buscan la reconciliación, la transparencia, el acuerdo, la amistad. El populismo soborna, actúa en la oscuridad, extorsiona, amenaza y enriquece a una élite de indecentes. Además, convierte a sus seguidores en títeres desprovistos de dignidad. Exactamente lo contrario de un partido limpio como el radicalismo.

Ante la emergencia de salvar la república, de nuevo este partido de 120 años vuelve a ser la opción, como ocurrió frente al conservadurismo cerril o las dictaduras. Puede y debe ponerse a la cabeza de toda la ciudadanía patriótica, con sus reservas de coherencia y amor a la república, sin discriminaciones irrelevantes.




1 comentario:

  1. Dr. Aguinis, miembros del grupo Aurora: no dejemos de manifestar la parte de la realidad que no quiere verse. Me hago eco de las palabras del Dr. Aguinis en "Pobre Patria mía!": Debemos hacer algo, porque la Argentina merece otro destino...
    busco un espacio para encontrar respuestas a lo que no puedo entender. No quiero sonar intolerante, pero no puedo entender. Sabemos que "la cantidad" no es criterio de verdad...
    Esto no es democracia, esto no es pluralismo, nos falta mucho por recorrer...

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